Proyecto 4

Poema

Quiero vivir 
Quiero vivir como si fuera un arrecife,
rodeado de agua y que esa agua seas tu,
en donde la luz del amanecer calme mis miedos

como lo hace tu mirada al despertar.





Adivinanza




No hay ningún día del año en que pueda descansar; 
siempre en tu pecho cantando ando, con mi rítmico tic-tac.
Mito El Niño Lluvia
En el bosque vivía un niño con un hombre, ahí también se encontraban varios niños, pero es éste niño de cabellos largos tenía una particularidad, el niño no era un humano, si no lo lluvia convertida en un niño, entonces el hombre como no sabía nada se quedó con el niño, cuando quiso agua para la tinaja el niño escurrió su cabello largo y se la dio para que pudiera tomarla.


Pasó el tiempo y unos niños quisieron jugar con él, entonces comenzaron a jugar, el hombre no avisó que tuvieran mucho cuidado con él, que no le fueran a hacer nada malo.

Los niños comenzaron a pegarle patadas por todo su cuerpo, luego ocurrió algo terrible, el niño lluvia comenzó a lanzar relámpagos desde debajo de su brazo, cuando terminaron los relámpagos empezó a llover mucho y los niños que le hicieron daño desaparecieron y más nuca se volvió a saber del niño lluvia.

ANÉCDOTA

Estaba escuchando tranquilamente a la guía como nos describía la Casa Natal de Mozar, de repente, me da por coger la mano de mi novio que en “teoría” estaba detrás de mí y oigo una vocecilla como salida de ultratumba diciendo: “perdona, pero creo que mi mano no es la que quieres coger” me giro y TIERRA, TRÁGAME!!!! Allá estaba una adorable viejecilla plantada y mi mano estaba enlazada a la suya así que podéis imaginar: yo roja como un tomate y salí de allí lo más rápido que pude!!!!


La leyenda de la niña y la muñeca
Esta leyenda tiene sus variantes en diversas capitales del mundo, pero el dato constante es su protagonista, una niña pequeña. Ella aborda a las personas en la calle, y su aspecto dulce e indefenso, hace que cualquiera le preste atención. La pequeña se acerca, te toma de la mano y te ofrece como regalo su muñeca. Un gesto de lo más tierno, pensaría la mayoría. Pero es aquí donde comienza lo interesante.

 Si respondes que no y te marchas, te encontrarás con ella una y otra vez, en muchas situaciones de la vida diaria. Si corres, la niña te seguirá y seguirá hasta que aceptes el regalo, aunque pasen los años. Te lleva hasta el punto de creerla una alucinación, que nadie a parte de ti puede ver. El único rincón seguro es tu casa, porque por alguna razón no puede entrar en ella. Haciendo que te vuelvas ermitaño, pasando la vida encerrado.

Si aceptas el regalo, la niña te da un beso y te confiesa que en realidad no se trata de un regalo, sino de un préstamo, y que un día volverá por ella. Te pide que cuides muy bien a su muñeca y luego desaparecerá entre la gente.


 A pesar de lo extraño del suceso, es probable que pronto te olvides del pacto y abandones la muñeca en un rincón. Si eres listo, notaras que todo aquello que le pase a la muñeca, también te está ocurriendo a ti, existe un vínculo estrecho entre ella y tú, como si tratara de vudú, si ella pierde una de sus extremidades, la tuya sufrirá el mismo destino. En este caso, cuidaras la muñeca, de la mejor manera posible, porque sabes que te va en ello la vida.

Pero a todos aquellos que les cueste trabajo entenderlo, botaran la muñeca a la basura y perderán la vida cuando esta sea destruida.

La leyenda de la niña y la muñeca Finalmente, cuando la niña se presenta nuevamente ante ti y te pida la muñeca de regreso: será el día de tu muerte.



Acertijos
·         En un taxi hay: Una mujer embarazada de 25 años, un viejito de 76 años, y el chofer de 34 años ¿Cuál es menor?
·         Si tengo 7 velas encendidas, Y se apagan 2 ¿cuantas velas me quedan?
·          La madre de Jimmy tiene varios hijos, el primero se llama Abril, el segundo se llama Mayo, Cual es el nombre del tercero.
·          Tengo una gata que tiene 3 gatitas: Pelucha, Mapacha y Flacucha. Cómo es el nombre de la mamá.

Cuento
Los Tres Cerditos

Había una vez tres hermanos cerditos que vivían en el bosque. Como el malvado lobo siempre los estaba persiguiendo para comérselos dijo un día el mayor:


- Tenemos que hacer una casa para protegernos de lobo. Así podremos escondernos dentro de ella cada vez que el lobo aparezca por aquí.



A los otros dos les pareció muy buena idea, pero no se ponían de acuerdo respecto a qué material utilizar. Al final, y para no discutir, decidieron que cada uno la hiciera de lo que quisiese.



El más pequeño optó por utilizar paja, para no tardar mucho y poder irse a jugar después.



El mediano prefirió construirla de madera, que era más resistente que la paja y tampoco le llevaría mucho tiempo hacerla. Pero el mayor pensó que aunque tardara más que sus hermanos, lo mejor era hacer una casa resistente y fuerte con ladrillos.



- Además así podré hacer una chimenea con la que calentarme en invierno, pensó el cerdito.



Cuando los tres acabaron sus casas se metieron cada uno en la suya y entonces apareció por ahí el malvado lobo. Se dirigió a la de paja y llamó a la puerta:



- Anda cerdito se bueno y déjame entrar...



- ¡No! ¡Eso ni pensarlo!



- ¡Pues soplaré y soplaré y la casita derribaré!



Y el lobo empezó a soplar y a estornudar, la débil casa acabó viniéndose abajo. Pero el cerdito echó a correr y se refugió en la casa de su hermano mediano, que estaba hecha de madera.



- Anda cerditos sed buenos y dejarme entrar...



- ¡No! ¡Eso ni pensarlo!, dijeron los dos



- ¡Pues soplaré y soplaré y la casita derribaré!



El lobo empezó a soplar y a estornudar y aunque esta vez tuvo que hacer más esfuerzos para derribar la casa, al final la madera acabó cediendo y los cerditos salieron corriendo en dirección hacia la casa de su hermano mayor.



El lobo estaba cada vez más hambriento así que sopló y sopló con todas sus fuerzas, pero esta vez no tenía nada que hacer porque la casa no se movía ni siquiera un poco. Dentro los cerditos celebraban la resistencia de la casa de su hermano y cantaban alegres por haberse librado del lobo:



- ¿Quien teme al lobo feroz? ¡No, no, no!



Fuera el lobo continuaba soplando en vano, cada vez más enfadado. Hasta que decidió parar para descansar y entonces reparó en que la casa tenía una chimenea.



- ¡Ja! ¡Pensaban que de mí iban a librarse! ¡Subiré por la chimenea y me los comeré a los tres!



Pero los cerditos le oyeron, y para darle su merecido llenaron la chimenea de leña y pusieron al fuego un gran caldero con agua.



Así cuando el lobo cayó por la chimenea el agua estaba hirviendo y se pegó tal quemazo que salió gritando de la casa y no volvió a comer cerditos en una larga temporada.

Fabula el León y el Mosquito
Érase una vez un león, se encontraba muy tranquilo en la selva, cuando un mosquito muy grande decidió hacerle la vida imposible.



"¡No creas que por ser más grande que yo te tengo miedo!", dijo el mosquito desafiando al león, conocido como el rey de la selva.

Luego de esas palabras, el mosquito ni corto ni perezoso, empezó a zumbar le la cabeza al león volando de un lado a otro, mientras que el león buscaba el mosquito como loco.

El león rugía de la rabia ante el atrevimiento del mosquito y a pesar de sus intentos por matarlo, el mosquito lo picaba en diferentes partes del cuerpo, hasta que el león demasiado cansado se derrumbó en el suelo.

El mosquito sintiéndose victorioso, retomó el camino por donde vino. En poco tiempo el mosquito se tropezó con una tela de araña y vencido se vio también.


 Fabula

El Viejo Perro Cazador

Un viejo perro cazador, que en sus días de juventud y fortaleza jamás se rindió ante ninguna bestia de la foresta, encontró en sus ancianos días un jabalí en una cacería. Y lo agarró por la oreja, pero no pudo retenerlo por la debilidad de sus dientes, de modo que el jabalí escapó.
Su amo, llegando rápidamente, se mostró muy disgustado, y groseramente reprendió al perro.
 El perro lo miró lastimosamente y le dijo:
-Mi amo, mi espíritu está tan bueno como siempre, pero no puedo sobreponerme a mis flaquezas del cuerpo. Yo prefiero que me alabes por lo que he sido, y no que me maltrates por lo que ahora soy.





















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